sábado, 30 de mayo de 2015

Estreñimiento


Una dieta pobre en fibra, un escaso consumo de líquidos, el embarazo, el estrés, el sedentarismo… Todos estos factores pueden provocar estreñimiento, un trastorno muy molesto que te enseñamos cómo evitar.

¿Qué es el estreñimiento?
El estreñimiento es un retraso del vaciado intestinal, con pocas heces y duras, debido a un enlentecimiento del tránsito intestinal (peristaltismo intestinal). Se caracteriza por la presencia de flatulencia (gases) y, en determinados casos, dolor abdominal. El estreñimiento es una incapacidad puntual para evacuar el contenido intestinal tras 10 minutos de esfuerzo, o la ausencia de deposiciones durante 3 días o más. 

Tipos de estreñimiento

Existen principalmente 3 tipos de estreñimiento:
  • Estreñimiento agudo: de aparición repentina, ocasionado por algún cambio reciente (un nuevo tratamiento médico, problemas de estrés, embarazo,...), y que finaliza al solucionar el agente causal. No suele precisar tratamiento porque desaparece una vez controlado el agente causal, sin recaídas posteriores. Es el tipo más frecuente de estreñimiento en la población infantil.
  • Estreñimiento crónico: origen definido y lejano en el tiempo, con recaídas frecuentes. Suele ser habitual en adultos y ancianos.
  • Estreñimiento idiopático: origen desconocido y tratamiento poco determinado, con eficacia comprometida.

    Causas del estreñimiento

    Las causas del estreñimiento son muy variadas, por lo que esta afección precisa el seguimiento de un profesional sanitario para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso concreto, y evitar un empeoramiento de la enfermedad, o la aparición de efectos secundarios por mal uso del tratamiento.
    Las principales causas son:
    • Estilo de vida inadecuado, caracterizado por:
      • Estrés.
      • Dieta pobre en fibra y líquidos; especialmente agua, pues las bebidas con gas o cafeína (café...) pueden provocar alteraciones del tránsito intestinal.
      • Poco o ningún ejercicio físico. No es necesario realizar un ejercicio intenso y prolongado para prevenir el estreñimiento, basta con 20-30 minutos de paseo a ritmo normal para favorecer unos adecuados hábitos intestinales.
    • Presencia de ciertas afecciones relacionadas con el intestino como: engrosamiento de la pared intestinal, inflamación, presencia tumoral, síndrome de intestino irritable... Si el estreñimiento es debido a alguna de estas causas, no se debe iniciar ningún tratamiento sin consultar con un médico, pues el uso de laxantes naturales o medicamentos podría enmascarar la enfermedad y agravarla.
    • Hipotiroidismo diabetes. En estos casos, el estreñimiento aparece como un síntoma de estas enfermedades que no están directamente relacionadas con el intestino, o bien se manifiesta como efecto secundario de algún medicamento. Es conveniente acudir al especialista que esté realizando el seguimiento de la diabetes ohipotiroidismo, para que estudie y valore el problema.

      Tratamiento no farmacológico del estreñimiento

      En el caso de que el estreñimiento venga determinado por estilos de vida inadecuados, antes de iniciar cualquier tratamiento farmacológico, es recomendable adoptar una serie de medidas (no farmacológicas) encaminadas a solucionar el problema de estreñimiento y prevenir futuros episodios, como son:
      • Controlar el estrés: diariamente se producen situaciones en el trabajo, la casa, las relaciones familiares y sociales... en las que resulta difícil controlar el nivel de estrés, pero se pueden introducir pequeños cambios en la vida cotidiana para facilitar la labor del intestino. Es muy importante establecer unos horarios regulares de comidas, dormir lo suficiente, y distribuir el tiempo disponible para, en la medida de lo posible, evitar las prisas y los agobios al llevar a cabo las tareas diarias.
      • Aumentar el consumo de líquidos: lo recomendable sería consumir al menos dos litros de agua al día (ocho vasos), aunque se puede sustituir una pequeña cantidad de agua por otros líquidos como zumos naturales de naranja o jugo de manzana (son buenos laxantes), etcétera, sin olvidar que el agua es la única bebida que no aporta calorías. Es importante evitar o, al menos, reducir, el consumo de bebidas con gas, refrescos, café y bebidas con alcohol.
      • Realizar ejercicio suave a diario: establecer una rutina diaria de 20-30 minutos de paseo a un ritmo normal puede lograr una mejoría del estreñimiento.
      • Seguir unos buenos hábitos regulares de vaciado intestinal: el intestino, al igual que otros órganos del cuerpo, puede y debe ser acostumbrado a determinados hábitos. No se deben reprimir las ganas de acudir al baño, y es conveniente acostumbrarse a defecar más o menos a la misma hora. Para conseguir este objetivo, al principio será preciso ir al baño sin ganas pero, progresivamente, el intestino adquirirá el hábito de trabajar a esa hora.
      • Aumentar la ingesta de fibra: está demostrado que un escaso aporte de fibra en la dieta diaria es una de las principales causas de estreñimiento en un alto porcentaje de la población. La fibra está presente en la composición de muchos alimentos, y sus efectos principales son:
        • Mantiene niveles normales y saludables de colesterol y triglicéridos, reduciendo los niveles sanguíneos de triglicéridos, colesterol y LDL-colesterol (relacionados directamente con el riesgo cardiovascular y, consecuentemente, perjudiciales), y mejora los niveles de HDL-colesterol (relacionado inversamente con el riesgo cardiovascular).
        • Contribuye a la moderación de los niveles de glucosa.
        • Ayuda a mantener la regularidad del ritmo intestinal.
        • Produce un aumento de la frecuencia y volumen fecal.
        • Previene la atrofia de la mucosa intestinal.
        • Facilita el aumento de Bifidobacterium. (Efecto pre-biótico positivo).
        • Previene la acumulación de grasas.
        • No origina problemas relacionados con el exceso de gas intestinal: la fermentación lenta no produce flatulencias.

      Tipos de fibra y recomendaciones diarias de ingesta

      De acuerdo con su grado de solubilidad en agua, la fibra se clasifica en:
      • Fibra soluble: incluye pectinas, gomas, mucílagos, y algunas hemicelulosas. Las pectinas se encuentran principalmente en frutas y verduras, en especial en manzana, naranja y zanahoria. Otra forma de fibra soluble se encuentra en las hojuelas de salvado, avena, cebada, y en leguminosas como judía, lenteja y haba. La influencia de esta fibra en el tubo digestivo se relaciona con su capacidad para retener agua y formar geles.
      • Fibra insoluble: este tipo de fibra incluye principalmente a la celulosa, la lignina y algunas hemicelulosas. Los alimentos que contienen la mayor cantidad de esta fibra son los cereales integrales, como las capas de salvado de los granos como el trigo.
      De acuerdo a distintos organismos oficiales, y avalado por varios estudios científicos, las recomendaciones diarias de fibra son:
      • Adultos: a partir de los 18 años, las recomendaciones son de 20-35 g/día, variando en función de la situación fisiológica; así, la mujer gestante precisará un aporte superior de fibra debido a la tendencia al estreñimiento durante el embarazo. Lo mismo ocurre con los ancianos, en los que es recomendable un aporte elevado de fibra y un aumento de la ingesta de líquidos, debido al enlentecimiento intestinal que se produce en esta etapa de la vida.
      • Niños y adolescentes: las recomendaciones en estos pacientes son variadas, al no existir una pauta determinada. Por lo general se ha aceptado, y se adapta más o menos a las recomendaciones de cada organismo oficial, un aporte de fibra en los niños siguiendo la siguiente regla: aporte de fibra = edad del niño + 5g como aporte mínimo diario y edad + 10g como aporte máximo. No obstante, las necesidades de fibra, sobre todo a partir de los 9 años, no es igual en niños que en niñas. La siguiente tabla, diseñada por la Asociación Americana del Corazón, resume las necesidades de fibra en función de la edad y sexo del niño, aunque estas recomendaciones son orientativas y siempre primará el consejo del médico.

lunes, 4 de mayo de 2015

Colon Irritable



Qué es el colon irritable
Se denomina colon irritable o síndrome del intestino irritable (SII) al trastorno gastrointestinal caracterizado por presentar un conjunto de molestias abdominales y alteraciones del hábito deposicional, que se originan aparentemente en la última porción del tubo digestivo, y para los que no se puede demostrar una causa orgánica.
Generalmente se le llama colon irritable, colon espástico, colitis mucosa y colitis espástica.
El colon irritable constituye casi el 30% de los diagnósticos en consultas ambulatorias de gastroenterología en las sociedades occidentales. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres, y puede diagnosticarse en grupos de todas las edades, especialmente en adultos.
Aunque no es una enfermedad grave, si supone un descenso importante en la calidad de vida de los que lo padecen, fundamentalmente porque limita mucho sus comidas y las actividades sociales que giran entorno a este hábito diario. 
Conviene reseñar que, aunque sus causas no están claramente definidas, su aparición sí se asocia con alteraciones emocionales, como episodios de ansiedad o estrés.

 Causas del Colon irritable
No se conoce una causa exclusiva para el diagnóstico del colon irritable. Se ha observado que las contracciones que presentan el colon y el intestino delgado en individuos con el síndrome de intestino irritable, son cuantitativamente diferentes (muy rápidas o lentas) de las que presentan los individuos sanos. Los pacientes en los que predomina ladiarrea como síntoma presentan un tránsito acelerado en el intestino delgado o el colon; en otros pacientes en los que predomina, en cambio, el estreñimiento, se observa un tránsito lento. En la mayoría de los pacientes se produce un incremento de las contracciones en respuesta a estímulos medioambientales, como el estrés psicológico o determinadas comidas.
La sensación de distensión abdominal se debe a un tránsito anormal del aire a lo largo del tubo digestivo o a la alteración de los procesos de fermentación bacteriana intestinal que conducen a una mayor producción de gas.
La causa del colon irritable es desconocida. En algunos pacientes se produce tras un episodio de diarrea infecciosa (gastroenteritis). Los síntomas pueden ser provocados por diferentes factores como las comidas copiosas, el consumo de ciertos tipos de comida o bebida (productos lácteos, cereales, cítricos, café, etcétera), edulcorantes como el sorbitol o la fructosa, algunos medicamentos, así como ciertas experiencias que resultan estresantes para el individuo.


Sintomas del Colon irritable

Entre los principales síntomas del colon irritable se encuentran las molestias abdominales y la alteración del ritmo intestinal en forma de diarrea o estreñimiento. Se puede presentar dolor en el lado izquierdo del abdomen, que se alivia con la deposición o la expulsión de gases. También es común el ardor de estómago, dolor torácico, digestiones lentas y dolor anal.
Otros síntomas de colon irritable, aunque menos comunes, son la sensación de evacuación incompleta, el tenesmo rectal (sensación de tener la necesidad de defecar constantemente) y la incontinencia fecal (escapes de heces), así como la expulsión de heces con moco.
Los criterios de diagnóstico para el síndrome del colon irritable deben incluir, como mínimo, tres meses de los siguientes síntomas continuos o recurrentes: dolor o malestar abdominal que se alivia con la defecación, cambio en la frecuencia de la deposición o en la consistencia de las heces.
Es frecuente que los pacientes con síndrome de colon irritable presenten alteraciones psicológicas como ansiedad ydepresión.     

Diasnostico del Colon irritable  

El diagnóstico del colon irritable se realiza por exclusión, ya que no se dispone de exámenes específicos para confirmar la presencia del síndrome de intestino irritable.
El diagnóstico inicial se realiza mediante anamnesis, es decir, teniendo en cuenta los síntomas descritos por el paciente y la historia clínica. Se plantean preguntas al paciente acerca del consumo de lácteos y productos que contienen sorbitol (goma de mascar sin azúcar, peras, ciruelas, zumo de manzana, etcétera). Es importante evaluar también los aspectos psicosociales de la vida del paciente, e indagar específicamente sobre la existencia de abusos físicos o sexuales, y sobre pérdidas afectivas y sociales.
Se realiza una exploración física que incluye examen pélvico y tacto rectal. Además, se lleva a cabo una evaluación inicial por medio de los siguientes análisis: hemograma completo, análisis de orinaexamen de heces en busca de huevos y parásitos, sangre y leucocitos fecales, prueba de función tiroidea, ensayo de una dieta sin leche, o procedimiento en busca de intolerancia a la lactosa.
Si la evaluación inicial es negativa y los síntomas persisten, se aconseja utilizar estudios adicionales para excluir mala absorción, enfermedades inflamatorias, infecciones y cáncer de colon. Estos estudios son: enema con bario, cribado en busca de mala absorción, colonoscopia y prueba de tolerancia a la lactosa.
Las características que respaldan el diagnóstico del síndrome de intestino irritable son: inicio antes de los 40 años de edad, persistencia de los síntomas por 3 meses como mínimo, patrón regular de síntomas, dolor abdominal que aumenta después de comer y se tiende a aliviar después de defecar, y presencia de moco en las heces.
El síndrome de intestino irritable se presenta con mayor frecuencia en pacientes con trastornos de la personalidad,ansiedad, depresión o somatización.

jueves, 9 de abril de 2015

¿Qué nos provoca cáncer?






El cáncer es una enfermedad aterradora y extremadamente compleja. Incluso si se lo detecta a tiempo y las posibilidades de supervivencia son muy altas, hay quienes vuelven a desarrollarlo todos los años y, por desgracia, no siempre logran ganar la batalla. Con ayuda de estudios realizados por expertos, ha sido posible identificar algunas de las causas más comunes vinculadas con este mal. Algunas son obvias y previsibles mientras que otras están más asociadas con la genética de las personas. No obstante, para elevar la tasa de supervivencia es importante contemplar ciertos tratamientos y cuidados médicos.
A continuación, le presentamos una lista con 8 consejos que pueden ayudarlo a evitar la aparición de diversas formas de cáncer, ya que siempre es mejor prevenir que curar…¡siga leyendo!

1. Exposición solar

El daño provocado por los rayos ultravioleta (UV) que irradia el sol ha sido el foco de atención de muchos expertos. Según la Fundación de Cáncer de Piel, los rayos UV son agentes carcinógenos que, en exceso, pueden provocar cáncer de piel como resultado de mutaciones genéticas asociadas con la exposición excesiva a estos rayos dañinos. Existen diversos tipos de cáncer de piel, aunque el más peligroso y, en algunos casos mortal, es el melanoma. Esta es la razón principal por la que los médicos no aprueban el uso de camas solares e incluso en un país hasta las han prohibido (pista: se trata de Australia).  Si bien la mayoría de las personas se traslada a destinos cálidos y soleados para lograr entrar en contacto con estos rayos, no hace falta que haga calor para dañar su piel y, en consecuencia, elevar los riesgos de padecer la enfermedad. Un día fresco y nublado sigue siendo una amenaza, por lo que no debería limitar el uso del bloqueador o protector solar en las caminatas por la playa. Siempre vemos cómo los adultos llenan de cremas protectoras a sus niños; no obstante, es importante aclarar que los adultos deben contemplar los mismos cuidados.




2. Configuración genética

Sí, muchas personas están en riesgo de desarrollar cáncer debido a su configuración genética o ADN. Más específicamente, ciertas mutaciones genéticas se traspasan de generación en generación aunque es algo que puede prevenirse y controlarse. La Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer asegura que la enfermedad sólo aparece como consecuencia de la presencia de más de una mutación en el ADN. Sin embargo, las personas que heredan genes defectuosos, de alguna manera, están en desventaja.
El cáncer de mama es el principal ejemplo de traspaso de genes defectuosos. Existen pruebas para comprobar si tiene o no estos genes, que se cree son los causantes del 5 al 10% de los casos de cáncer en la zona de las mamas. Por lo general, esta manifestación de la enfermedad suele detectarse a tiempo y las posibilidades de supervivencia son altas.





3. Tabaquismo

Ninguna lista de causantes de cáncer estaría completa sin mencionar el tabaquismo. Cada año, la adicción a los cigarrillos mata a una abrumadora cantidad de personas que desarrolla cáncer de pulmón, de esófago, de boca, de garganta y de estómago. Más y más ciudades están a favor de la prohibición del consumo de cigarrillos dentro de establecimientos públicos, terrazas y vehículos, ya que se ha comprobado que los fumadores pasivos están tan en riesgo como quienes poseen el hábito.
Con tanta publicidad negativa a su alrededor y con todos los problemas de salud asociados con esta práctica, se preguntará por qué es considerada legal. La buena noticia es que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha realizado un seguimiento del tabaquismo a lo largo de los años desde 1965 y el porcentaje de adultos fumadores se ha reducido en más del 20%. Si tiene dificultades para cortar con este hábito tan dañino, aproveche las herramientas disponibles en Internet, únase a un grupo de apoyo o haga una consulta con su médico de confianza.




4. Hábitos alimenticios y (falta de) actividad física

Ciertas elecciones en cuanto a estilo de vida pueden contribuir con el desarrollo de la enfermedad, como es el caso de los malos hábitos alimenticios así como la falta de actividad física. De hecho, se ha comprobado que determinados productos saludables son capaces de prevenir la aparición de diversos tipos de cáncer.
Cuidar nuestro organismo no sólo nos ayuda a estar sanos sino que mantiene alejados algunos problemas severos como la obesidad, las enfermedades cardiacas y la diabetes, entre otros. De la misma manera, seguir una rutina de ejercicio juega un papel muy importante en el bienestar general. Estar activo evita, entre otras cosas, los cambios hormonales y el mal funcionamiento del sistema inmunológico. Sólo tenemos un cuerpo, ¡cuidémoslo!




5. Exposición al asbesto (amianto)

Puede que el mesotelioma maligno que resulta de la exposición al asbesto sea poco común en estos días, pero tampoco es algo imposible. Muchas personas han sufrido complicaciones de salud por culpa de estos minerales. Con los años se ha reducido el uso de estos componentes en la construcción, pero puede entrar en contacto con ellos en edificios viejos, por ejemplo. Algunos países siguen utilizando materiales con amianto, así que el panorama no es del todo agradable.
Los asbestos son pequeñas fibras conjuntas que, al inhalarse, pueden dañar gravemente los pulmones. Asimismo, es posible ingerirlos a través de agua contaminada que circula por las cañerías. Además de las complicaciones de salud ya mencionadas, estas partículas han demostrado elevar los riesgos de desarrollar cáncer de laringe y de ovarios. Es importante que aquellos individuos que trabajen en el área de la construcción contemplen los cuidados correspondientes a la hora de manipular materiales para no tener que pagar las consecuencias después.




6. Consumo excesivo de alcohol

Las consecuencias del consumo excesivo de alcohol han sido las protagonistas de innumerables estudios científicos. Algunos expertos consideran que un vaso de vino al día es bueno para la salud, mientras que otros aseguran que el impacto de las bebidas alcohólicas en el organismo es tan dañino que deberían evitarse por completo. Independientemente de estas posturas opuestas, todos están de acuerdo con que la ingesta excesiva de alcohol contribuye con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, de cáncer y hasta de afecciones mentales. Cabe mencionar que el alcoholismo interfiere en la vida personal y profesional de los pacientes y puede ser devastador.
En cuanto al cáncer, los tipos más comunes asociados con las bebidas que contienen etanol son el de hígado, el de colon, el de garganta y el de mama (los riesgos de padecerlo se elevan aproximadamente un 10%). Es importante notar que beber grandes cantidades de alcohol no es lo mismo que ser adicto. Muchos individuos consumen alrededor de diez tragos a la semana y no se los considera alcohólicos o dependientes de la bebida. No obstante, sí es un hecho que existen efectos a corto y largo plazo, por lo que la clave está en beber con moderación.




7. Edad

Es cierto que a medida que envejecemos las probabilidades de desarrollar esta enfermedad se incrementan. Según la Clínica Mayo, la afección tarda años en manifestarse, por lo que es muy común que las personas mayores de 65 años la padezcan. Las células sanas no pasan a ser cancerosas de un día para el otro; los cambios en el organismo pueden suceder a lo largo del tiempo sin que el individuo lo note. Algunas veces este proceso sucede de manera natural y otras tantas ocurre debido a la exposición a agentes carcinógenos como cigarrillos o partículas presentes en el ambiente.
Nadie puede prevenir completamente la enfermedad pero existen ciertas medidas que pueden ayudar a reducir los riesgos. Es imposible impedir que el organismo envejezca aunque una buena alimentación acompañada de rutinas de ejercicio variadas y de exposición limitada a agentes carcinógenos marcan una diferencia importante en la lucha contra el cáncer. Las decisiones que tome durante su juventud, ya sean buenas o malas, se reflejarán en el futuro. Así que, ¡cuídese, que la vida es una sola!



8. Enfermedades que afectan el sistema inmunológico

El sistema inmunológico es la barrera natural que le permite a su organismo defenderse de todo tipo de infecciones y enfermedades. Aquellos con inmunodeficiencias son vulnerables al ataque de las células dañinas. El cáncer también puede surgir a raíz de otras afecciones subyacentes, lo que complica muchísimo más la situación del paciente.
Según la Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer, ciertos virus como las hepatitis B y C, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), el Virus del Papiloma Humano (VPH), el Virus del Herpes Simple (VHS) y el Virus del Herpes Humano 8 (VHH-8) deterioran la resistencia inmunológica del organismo y están vinculadas con la aparición de cáncer a corto o largo plazo. Es probable que en el futuro esta lista se extienda aunque por el momento no se dispone de pruebas científicas suficientes.



 
                                                                        

jueves, 26 de marzo de 2015

Trastorno bipolar



¿Qué es el trastorno bipolar?

El trastorno bipolar, también conocido como trastorno maníaco depresivo, es una enfermedad mental que se caracteriza por la alternancia de fases depresivas y de euforia (manía), y que tiene tendencia a volverse crónica. Cuando un paciente pasa de un trastorno a otro, se dice que vira, y los episodios también pueden precipitarse por medicación, cambios climatológicos, alteraciones sociales…
La tristeza y la alegría se consideran reacciones normales en las personas ante determinadas situaciones de la vida. En el primer caso es natural sentirse afligido ante una pérdida o privación (muerte o separación de un ser querido, despido laboral, enfermedad, desengaño...); al igual que los éxitos, los deseos cumplidos y cualquier acontecimiento agradable, nos provocan alegría. Sin embargo, cuando los trastornos afectivos resultan excesivos o se prolongan demasiado en el tiempo pueden llegar a ser patológicos y requerir atención médica.
El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres, a diferencia de la depresión que es más frecuente en mujeres. Lo más frecuente es que la enfermedad se manifieste por primera vez entre los 10 y los 24 años, y se ha observado una mayor incidencia de trastornos afectivos entre las personas separadas y divorciadas, así como en aquellos que poseen un mayor nivel socioeconómico.

Causas del trastorno bipolar

El trastorno bipolar puede ser hereditario, aunque no se ha identificado el defecto genético que podría causarlo. Se desconocen las causas de los trastornos afectivos, aunque se cree que son el resultado de un conjunto de factores neurobiológicos y psicosociales. Algunos factores de riesgo asociados a la aparición de la enfermedad son:
  • Ritmo estacional: recaídas depresivas en primavera/otoño y recaídas maníacas en verano, lo que puede relacionarse con el clima y las horas de luz solar.
  • El trastorno bipolar es el trastorno psiquiátrico que tiene mayor asociación familiar; así, hasta el 50% de los pacientes bipolares puede tener un familiar de primer grado con un trastorno psiquiátrico grave.
  • Alteraciones bioquímicas en los neurotransmisores cerebrales.
  • Acontecimientos vitales estresantes: suelen ser acontecimientos negativos, como la pérdida de una relación afectiva importante (muerte, divorcio, separación...) o el cambio de situación vital (despido laboraljubilación, cambio de lugar de residencia...)

    Síntomas de las fases de depresión en el trastorno bipolar

    Las manifestaciones clínicas del trastorno bipolar se corresponden con los síntomas de la depresión y de la manía, que se explican a continuación. Los síntomas característicos de los episodios depresivos en estos pacientes son:

    Estado de ánimo bajo o tristeza

    En muchos pacientes, el estado de ánimo cambia varias veces durante el día; algunas personas se encuentran mucho peor por la mañana que por la tarde, lo que suele indicar gravedad en la depresión, mientras que el estado de ánimo de otros pacientes varía dependiendo de factores externos, como las actividades que realizan o la presencia de ciertas personas y, por lo tanto, puede empeorar con el transcurso del día.

    Síntomas orgánicos

    • Alteraciones del sueño, principalmente el insomnio, que puede ser insomnio por despertar precoz (indica gravedad), mientras que en depresiones más leves suele verse importante ansiedad asociada y aparecerá insomnio de conciliación.
    • Alteraciones del apetito y del peso; en casos severos lo más frecuente es una disminución del apetito y bajada de peso, pero también puede ocurrir lo contrario.
    • Sensación de falta de energía.
    • Quejas por dolores o molestias físicas…
    • Trastornos sexuales, con disminución de la libido.

    Alteraciones del comportamiento

    • Disminución de la atención y de la concentración.
    • Afectación de la conducta y del aspecto personal.
    • Inhibición o agitación (esta última puede ser especialmente intensa en ancianos).

    Pensamientos depresivos

    • Visión negativa de la vida, en pasado, presente o con relación a acontecimientos futuros.
    • Las ideas negativas pueden llegar a ser delirios en ocasiones, y el paciente oye y/o ve cosas que no existen, lo que indica mucha gravedad.
    • Ideas y pensamientos relacionados con la muerte. El paciente puede desear morir cuanto antes, e incluso planea o intenta suicidarse. En este caso se precisa una intervención médica inmediata que disminuya el riesgo de suicidio.



      Síntomas de las fases de manía en el trastorno bipolar

    Durante las fases maníacas en el trastono bipolar el paciente experimenta sentimientos de euforia excesivos y desproporcionados, y su actividad física también es exagerada. La manía es menos frecuente que la depresión y suele pasar más desapercibida, ya que las personas que sufren episodios de manía no siempre los consideran un problema mental y a menudo no los consultan con el médico, sobre todo si la manía se manifiesta sin que se haya producido un episodio depresivo previo. Los síntomas característicos de los episodios maníacos son:

    Síntomas generales

    • Estado de ánimo alegre, que suele ser excesivo en relación con los acontecimientos.
    • Puede haber pacientes que se muestren sobre todo irritables.
    • Gran autoestima. Delirios de grandeza.

    Síntomas somáticos

    • Trastornos del sueño: duermen poco, pero no se sienten cansados.
    • Trastornos del apetito: suelen comer mucho, pero también hay pacientes que no comen casi; en cualquier caso, no suelen engordar debido al aumento de la actividad física.
    • Trastornos sexuales: aumento del deseo y la actividad sexual, adoptando conductas que pueden suponer riesgos para su salud, como no tomar precauciones para evitarenfermedades de transmisión sexual.
    • Sensación de aumento de energía, por lo que se ven capaces de hacer esfuerzos que antes les parecían imposibles.

    Alteraciones del comportamiento

    • Desprecio del riesgo y de las consecuencias de su conducta: así, los pacientes gastan mucho dinero, abandonan su trabajo, hacen regalos muy costosos e inadecuados, se meten en negocios arriesgados, se vuelven promiscuos sexualmente, abusan del alcohol...
    • Aspecto llamativo en lo referente a la estética, aunque en los casos más graves, con mucha hiperactividad, llegan a descuidar su aspecto físico.
    • Gran hiperactividad física: se implican en muchas actividades, lo que puede llevarles al agotamiento.
    • Hiperactividad mental: hablan muy rápido porque sus pensamientos discurren con gran celeridad; al pensar más rápido de lo que se puede hablar hay pensamientos que se pierden (fuga de ideas).


lunes, 16 de marzo de 2015

Gota



¿Qué es la gota?
El ácido úrico es un producto de deshecho procedente de la descomposición de unas sustancias llamadas purinas, que se encuentra normalmente en pequeñas cantidades en la orina. Si se presenta un exceso de ácido úrico en el organismo, este puede acumularse en distintas partes del cuerpo como las articulaciones, los riñones, o los tejidos blandos. Si se acumula en las articulaciones, concretamente en el líquido sinovial, se produce la formación de cristales de ácido úrico, que son los responsables de la inflamación y la hinchazón. Es importante aclarar que un individuo con hiperuricemia(niveles elevados de ácido úrico en sangre) no tiene por qué desarrollar necesariamente la enfermedad de la gota.
Los puntos que se ven afectados con mayor frecuencia por este tipo de artritis son las zonas inferiores del cuerpo, tobillos, pies (sobre todo los dedos gordos) y rodillas, pero también ataca a manos y muñecas.

Causas de la gota

El hecho de que el organismo presente un aumento de ácido úrico puede deberse a dos circunstancias; o bien el propio cuerpo genera un exceso del compuesto, o bien no tiene capacidad para eliminarlo correctamente, es decir, existe algún fallo a nivel renal.
La gota es una enfermedad que históricamente se ha relacionado con las clases adineradas, altos mandatarios y reyes; esto se debe a que determinados alimentos, que normalmente solo se encontraban a disposición de unos pocos (que con frecuencia solían abusar de su consumo), aumentan el riesgo de padecer la enfermedad. Esto no quiere decir que todos aquellos que consuman estos productos padecerán gota en un futuro, ni siquiera la presencia de niveles elevados de ácido úrico en sangre resulta determinante para padecerla.
Existe un factor hereditario, de modo que los individuos con predisposición genética deben cuidarse especialmente a la hora de cometer excesos con alimentos como marisco, carnes rojas, carne de cerdo, determinados pescados, etcétera. Todos estos alimentos tienen la característica común de ser ricos en purinas; estas, al ser metabolizadas por el organismo, dan lugar al ácido úrico. También el abuso del alcohol y el consumo de algunos medicamentos, como ciertos diuréticos, suponen un elevado riesgo para estas personas.
Es relativamente frecuente que personas que padecen ciertas enfermedades crónicasdesarrollen también gota. Algunas de las patologías más comúnmente relacionadas con esta dolencia son la obesidad, la diabetes, la hiperlipemia (aumento de grasa en la sangre), los trastornos renales, la leucemia y ciertos tipos de anemia. Los hombres, por lo general, son más susceptibles a padecer la enfermedad; en el caso de las mujeres, la gota tiende a aparecer sobre todo tras la menopausia.


Síntomas de la gota

Podríamos diferenciar tres fases en la aparición de la gota:
La primera, completamente asintomática, correspondería alaumento de ácido úrico en sangre.
A continuación se produce la formación de cristales en las articulaciones, que dará lugar al síntoma más característico de la gota, conocido como ataque agudo de gota. Como su nombre indica, este ataque tiende a presentarse de forma repentina, afectando a una o varias articulaciones. El enfermo sufre un dolor muy intenso, que normalmente comienza durante la noche, y que cede al cabo de los días o las semanas. Externamente, la piel aparece caliente y enrojecida y es extremadamente sensible al tacto (puede llegar a resultar molesto el roce de la sabana o cualquier otro contacto físico). Como síntoma secundario, en ocasiones puede aparecer fiebre.
La tercera fase sería la cronificación de la enfermedad, denominada artritis gotosa. Esto ocurre cuando se da la repetición de los ataques, lo cual puede suceder mucho tiempo después del primero de estos. La reaparición de los síntomas de la gota suele ser más prolongada en el tiempo, y normalmente afecta a un mayor número de articulaciones que el ataque agudo. Una vez superado el ataque, los síntomas desaparecen por completo, al menos al inicio de la enfermedad, ya que a medida que esta se cronifica y los ataques comienzan a repetirse, el tiempo que transcurre entre un episodio y el siguiente va disminuyendo y quedan molestias en la zona afectada.

Síntomas recurrentes de la gota y complicaciones

El hecho de que una persona haya sufrido un ataque de gota no quiere decir que necesariamente vaya a sufrir más. Sí es cierto que existe una tasa bastante alta de recurrencias; aproximadamente el 50% de las personas que han sufrido una primera reacción sufrirán otras en el futuro. Las consecuencias de una artritis gotosa crónica pueden ser: la deformación de las articulaciones, la pérdida de movilidad en las mismas y la presencia prácticamente continua de dolor.
En los casos en los que la gota se haya prolongado durante muchos años es común la aparición de tofos; estos son protuberancias que se forman alrededor de la articulación como resultado de la acumulación progresiva de unos cristales sobre otros. Estas formaciones son indoloras, pero pueden llegar a ulcerarse o fistulizar (formarse una fístula) dejando salir una sustancia blanquecina (cristales de urato). Los tofos se localizan por lo general en codos, articulaciones de las manos, tendón de Aquiles y en el pabellón articular.
Además del cuadro clínico típico, existen numerosas complicaciones asociadas a la gota. Es muy común que los pacientes gotosos presenten signos de disfunción renal, alteraciones vasculares de riñón y cólicos renales, estos últimos debidos a la eliminación de los cristales de ácido úrico en forma de piedras. También están estrechamente relacionados con este tipo de artritis los trastornos cardiovasculares y la hipertensión.

Diagnóstico de gota

El paciente que acude a la consulta normalmente lo hará porque ya ha sufrido un ataque de gota. La descripción de los síntomas y el historial clínico y familiar del individuo encaminarán rápidamente al médico hacia el diagnóstico de gota correcto. Deberá tenerse en cuenta el punto donde ha surgido el ataque (recordemos que lo más común es que se produzca en el dedo gordo del pie), si se ha producido o no más de uno, y si se han visto afectadas una o más articulaciones.
Además de los signos que el facultativo observará a simple vista, deberán realizarse una serie de pruebas destinadas a confirmar el diagnóstico:
  • Análisis de líquido sinovial: para realizar esta prueba es necesario extraer el líquido de la articulación. Una vez extraído se comprobará de forma rutinaria su color y claridad; un líquido normal debe ser prácticamente transparente y nada turbio. A continuación se observará bajo el microscopio; en caso de que la muestra pertenezca a un paciente con gota, podrán apreciarse los cristales de ácido úrico.
  • Niveles de ácido úrico en sangre: este es uno de los análisis que junto a otros ayudarán a determinar el origen de la dolencia. Debemos recordar que la presencia de hiperuricemia no es por sí sola indicativa de la enfermedad.
  • Niveles de ácido úrico en orina.
  • Radiografía de la articulación: la lesión producida por la enfermedad, en algunos casos puede ser detectada con una radiografía (no siempre). Lo que principalmente podrá observarse mediante esta técnica es la aparición de tofos.
  • Biopsia sinovial: consiste en la toma de una muestra de tejido de la articulación, concretamente de la membrana que la recubre, la membrana sinovial.
  • Respuesta a la administración de colchicina: la colchicina es un compuesto antiinflamatorio. La respuesta positiva del paciente frente a esta sustancia es considerada como prueba diagnóstica.