sábado, 13 de septiembre de 2014

Hepatitis Autoinmune

 ¿Qué es la hepatitis autoinmune?
Es una inflamación del hígado, de causa desconocida, en la cual se producen sustancias (autoanticuerpos) que destruyen el hígado de las personas. En la actualidad existen 2 variedades de la enfermedad.
 ¿Cómo se adquiere?
Aún se desconoce la causa que la origina. Se ha señalado que virus y medicamentos pueden desencadenar la enfermedad en un sujeto genéticamente predispuesto. La enfermedad NO es contagiosa.
 ¿En quiénes se presenta?
Afecta desde niños hasta adultos. Las mujeres parecen ser más susceptibles a la enfermedad.
 ¿Cuáles son las molestias más comunes?
La enfermedad puede no presentar síntomas, pero cuando se presentan los más comunes son:
  • Fatiga.
  • Pérdida de apetito.
  • Malestar generalizado.
  • Dolores articulares.
  • Comezón (prurito)
  • Ictericia (tinte amarillo de piel u ojos)
  • Náusea y vómito.
  • Fiebre
  • Dolor abdominal.
 ¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza en base a la presencia de autoanticuerpos (anticuerpos antinucleares, anti-actina, anti-músculo liso, anti-mitocondriales, anti-LKM-1, p-ANCA y anti LC-1), elevación de globulinas séricas, alteraciones en las pruebas hepáticas, datos clínicos y biopsia hepática.
 ¿Cómo evoluciona?
La enfermedad puede tener un curso insidioso. Puede manifestarse como una enfermedad leve, hasta presentarse como una insuficiencia hepática aguda grave. Puede evolucionar a cirrosis hepática y desarrollar todas las complicaciones de ésta. Algunos pacientes desarrollan cáncer de hígado y otros pueden presentar síntomas extrahepáticos que se asocian a otro tipo de enfermedades autoinmunes como tiroiditis autoinmune, enfermedad celiaca, cirrosis biliar primariadiabetes mellitus tipo 1, artritis reumatoide y colitis ulcerativa.
La supervivencia a 10 años se calcula ser del 90% y a 20 años es de 80% en sujetos sin cirrosis y del 40% en aquellos que desarrollan cirrosis.
 ¿Quiénes necesitan biopsia del hígado?
La biopsia del hígado presenta cambios compatibles con una hepatitis crónica, pero, aunque existen algunos datos peculiares, no es 100% diagnóstica. Se realiza en forma protocolizada para determinar el avance de la enfermedad o cuando se sospechan variantes de la enfermedad o datos mixtos, así como para evaluar la respuesta a tratamiento. La decisión de cuándo llevarla a cabo está en manos del médico.
 ¿Cómo se trata?
El tratamiento tiene como finalidad detener la inflamación y evitar la progresión de la enfermedad hacia cirrosis. Habitualmente el tratamiento requiere el uso de esteroides y medicamentos inmunomoduladores, cuya duración dependerá de la severidad y la evolución de la enfermedad, lo cual habitualmente lleva meses o incluso años.
La respuesta inicial al tratamiento oscila entre el 65-85%.
Puede incluso necesitarse el trasplante hepático en casos particulares.
 ¿Qué efectos adversos pueden tener los medicamentos?
Las reacciones más frecuentes son por el uso de esteroides, por lo que el médico debe estar alerta en caso de:
  • Hiperglicemia
  • Hipertensión arterial
  • Cataratas
  • Glaucoma
  • Osteoporosis
  • Necrosis avascular del fémur
  • Inmunosupresión
  • Daño a piel.
  • Insomnio.
  • Depresión.
 ¿Cuándo se considera la posibilidad de trasplante hepático?
Un paciente debe ser ingresado a una lista de trasplante hepático cuando presente:
  • Insuficiencia hepática progresiva.
  • Hemorragia digestiva secundaria a enfermedad hepática.
  • Encefalopatía hepática.
  • Ascitis refractaria
  • Fatiga crónica progresiva.
  • Desnutrición progresiva.
  • Cáncer de hígado menor a 5 cm
Características de la Hepatitis autoinmune tipo 1

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